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7 falsos mitos sobre el vino que todos deberíamos conocer

mitos sobre el vino

Desmintiendo creencias sobre el vino entre familiares y amigos.

En el artículo de hoy, vamos a desmentir siete creencias o mitos comunes sobre el vino que muchas personas han dado por ciertas. Estas ideas erróneas suelen influir en cómo se elige y disfruta el vino, desde el tipo hasta el momento adecuado para beberlo. Pero ha llegado el momento de revisar estos mitos del vino y descubrir qué es verdad y qué no. Veremos cuáles tienen algo de fundamento y cuáles son sólo malentendidos o información obsoleta. Al aclarar estos puntos, queremos ayudarte a entender mejor el mundo del vino y a disfrutarlo de una manera más auténtica.

Lo que realmente debes saber sobre estos mitos del vino

1) Todo vino mejora con el tiempo.

No todos los vinos se benefician del envejecimiento. Aunque es común pensar que el tiempo mejora cualquier vino, muchos están diseñados para ser disfrutados en su juventud, cuando sus sabores y aromas frescos están en su punto máximo. Estos vinos jóvenes ofrecen una experiencia vibrante y refrescante, con notas afrutadas y florales que se pueden perder con el paso del tiempo. Además, el envejecimiento puede no siempre mejorar la calidad de ciertos vinos; en algunos casos, puede incluso degradar sus características. Por lo tanto, es importante conocer el tipo de vino que tienes y cuándo es el mejor momento para consumirlo y disfrutarlo al máximo.

En LATÚE ofrecemos tanto vinos jóvenes, listos para disfrutar poco después de su elaboración y embotellado, como es el caso de nuestros vinos blancos y rosados By Latúe o Clearly Organic. Por otro lado, tenemos vinos de crianza que sí requieren un periodo de reposo para evolucionar adecuadamente, como LATIERRA Cabernet Sauvignon-Syrah Barrica, Pingorote Tempranillo Crianza, o Pingorote Tempranillo Reserva.

2) Las botellas de vino con tapón de rosca son de menor calidad.

El mito de que los tapones de rosca en botellas de vino indican menor calidad es erróneo. Aunque tradicionalmente el corcho natural ha sido el preferido, los tapones de rosca ofrecen varias ventajas. Proporcionan un sello hermético que preserva mejor la frescura del vino y eliminan el riesgo de que el vino tenga “gusto a corcho” causado por el TCA. Además, son más prácticos de abrir y cerrar. Aunque inicialmente se asociaban con vinos de bajo costo, hoy en día son comunes en vinos de alta calidad, especialmente en regiones como Alemania, Países Bajos, Nueva Zelanda y Australia, donde se valoran por su funcionalidad. Por ejemplo, nuestra reconocida línea de vino Clearly Organic dispone de tapón de rosca.

3) El vino blanco para el pescado y el vino tinto para la carne.

El mito de que el vino blanco solo acompaña pescado y el tinto, carne roja es una regla clásica que ha perdido sentido en el mundo moderno del maridaje. Aunque tradicionalmente se asociaba el vino blanco con platos ligeros, como pescados y mariscos, y el tinto con carnes rojas más intensas, estas normas han cambiado. Hoy en día, el maridaje se basa más en el equilibrio de sabores y texturas que en reglas fijas. Por ejemplo, un vino tinto ligero puede maridar perfectamente con pescados grasos como el salmón, mientras que un vino blanco con cuerpo, como un Chardonnay envejecido en barrica, puede realzar los sabores de una carne de cerdo o pollo asado. Lo esencial es probar y encontrar combinaciones que te resulten agradables y sorprendentes.

4) Introducir una cucharilla en la botella de un espumoso conservará su efervescencia.

Otro clásico, visto y oído generalmente en Navidad. ¿Quién de tu familia te ha dicho poner una cuchara en la boca de la botella para conservar el gas? Sentimos decirte que lo olvides, ya que no tiene ningún fundamento científico. Colocar una cucharilla en la botella no ayuda a mantener las burbujas. Si quieres preservar la efervescencia de tu espumoso, lo mejor es usar un tapón hermético especial para este tipo de vinos. Así podrás disfrutar de las burbujas durante unos días más. O, mejor aún, simplemente termina la botella en buena compañía y no tendrás que preocuparte por ello.

Tapón hermético LATÚE para vinos espumosos.

5) El vino tinto siempre se consume a temperatura ambiente.

La creencia de que el vino tinto sólo se bebe a temperatura ambiente está arraigado, pero no es una regla absoluta. Si bien muchos tintos potentes como los Cabernet sauvignon o los Syrah suelen servirse a «temperatura ambiente», algunos vinos tintos ligeros se disfrutan mejor ligeramente fríos. Enfriarlos un poco resalta su frescura, acidez y matices frutales, haciéndolos más agradables, especialmente en climas cálidos. La «temperatura ambiente» tradicional proviene de épocas en las que las casas no estaban tan climatizadas como hoy. Un rango entre 12°C y 16°C puede ser ideal para muchos tintos ligeros. ¿Te imaginas beber vino a la temperatura ambiente del mes de agosto? No, ¿Verdad? Al final, se trata de experimentar y encontrar la temperatura que mejor resalte las características del vino que estés disfrutando.

6) El vino rosado se crea mezclando vino tinto y blanco.

No, el vino rosado no se crea mezclando vino blanco y tinto, aunque este es un mito común. La forma correcta de elaborar vino rosado es a partir de uvas tintas mediante un proceso específico. Durante la fermentación, las pieles de las uvas tintas se dejan en contacto con el mosto por un tiempo muy breve. Nuestros mostos para rosados están entre 4-6 horas en contacto con el hollejo para obtener el color deseado. Esto le da al vino su característico color rosado, ya que las pieles de las uvas son las responsables de aportar el color. Después de ese tiempo, las pieles se retiran y el vino continúa fermentándose como lo haría un blanco. Sólo en algunos casos excepcionales, como en la producción de ciertos champagnes rosados, se mezcla vino blanco con tinto, pero esta técnica es poco común.

7) Los vinos espumosos son sólo para postres o brindar en sobremesa.

Otro de los extendidos mitos sobre el vino es pensar que los espumosos sólo sirven para postres o brindar. La realidad es que estos vinos, como nuestro LATÚE Brut Método tradicional – Champenoisse o By Latúe Método Charmat (elaboración tipo Prosseco), son muy versátiles y pueden acompañar toda una comida. Desde aperitivos como mariscos y pescados, pasando por platos principales ligeros como ensaladas y sushi, hasta comidas picantes, los vinos espumosos son un acierto. Incluso combinan bien con una tabla de quesos, especialmente aquellos más suaves y cremosos. Su frescura y acidez no sólo realzan los sabores, sino que también limpian el paladar entre cada bocado.

Además, los espumosos son vinos versátiles que pueden usarle para la elaboración de cócteles, como este. La próxima vez que descorches una botella de espumoso, atrévete a disfrutarla más allá del brindis y descubre su increíble potencial.

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